Cero
sorpresas

Hagamos un ejercicio. Pregúntate qué tan posible sería coordinar con otra persona estando prohibido comunicarte con ella. Si ningún tipo de comunicación fuera válido, ¿lo lograrías?, ¿cuánta energía invertirías?

Imagina ahora que puedes comunicarte sin ningún tipo de limitación, ¿obtendrías mejores resultados?, ¿cuánta energía invertirías? La comunicación garantiza mejores resultados pero no implica, necesariamente, menor esfuerzo. Si te importa ganar el partido, entonces tienes que informar, coordinar, escuchar, negociar, hacer seguimiento, convencer, dejarte convencer… en suma; reconocer en la cancha a otros jugadores interdependientes y coparticipando contigo.

¿Cómo te aseguras de ganar el partido si nadie se entera que hay un jugador menos en la cancha?, ¿o que el arquero no está en su lugar?, ¿o que han alargado el partido 10 minutos más?

Necesitas un equipo donde todos sean capaces de decir: “Claro que lo sé, lo tengo previsto”.

Para lograrlo, empieza por crear espacios que favorezcan la comunicación,define procesos que estimulen la coordinación, encárgate de que en tu equipo las personas estén hablando de los pequeños desafíos cotidianos tanto como del gran reto final.

Usa la frase: Cero Sorpresaspara ayudarlos a recordar la importancia de mantenerse comunicados. Hazte la pregunta: para asegurar "cero sorpresas" ¿a quién más le tengo que contar?